No queremos al tiempo.

Libre como ese calcetín que se separa de su compañero.

Libre como una goma de borrar que se escapa del estuche.

Libre como la lluvia.

Hace un rato que no vemos la lluvia en Madrid.

¿Por qué sigue haciendo bueno?

Hace bueno y las piscinas cerradas.

Los bañadores y camisetas guardados en cajas en el sótano, las chanclas escondidas, los helados guardados bajo llave.

Las bufandas quieren salir y enrollarse en tu cuello. Los gorros quieren acariciar tu pelo. Los abrigos quieren que te agarres a ellos como si no hubiese mañana, para no morir de frío.

Y el dichoso frío no llega.

Cuando hace calor queremos frío, y cuando hace frío queremos calor.

¿Qué es esto?

El clima no es libre. Se comporta como tal, pero sabe que nadie estará a gusto con él. Pobre.

Pues yo voy a querer un poco a ese clima loco, que hace lo que le da la gana.

Este clima madrileño tan simpático, pero sin ser aceptado nunca.